Qué
importante es todo lo que los hijos aprenden de sus padres.
Pero,
¿quién nos enseña a ser padres?
En
nuestro ser queda grabado cómo nos han educado nuestros padres y, cuando nos
toca a nosotros serlo, sabemos qué cosas queremos repetir con nuestros hijos y
cuáles queremos mejorar. También aprendemos de otros padres y de otras familias
cuya forma de estar con sus hijos nos parece atractiva y adecuada. A ser padres
aprendemos cada día, a medida que nuestros hijos crecen y con las experiencias
acumuladas con cada uno de ellos. Ellos también son nuestros pequeños maestros.
Muchas veces hemos oído decir que “la carrera más difícil en la vida es ser
padres”. Tenemos que tener múltiples conocimientos, ser polivalentes
y desarrollar infinidad de capacidades: organización, planificación, trabajo en
equipo, resolución de conflictos, iniciativa, creatividad, liderazgo,
motivación, oratoria, inteligencia emocional, gestión de recursos, prevención
de riesgos, gestión del cambio, coaching, y así un sinfín más; pero sobre todo
tenemos que ser capaces de amar sin medida.
Es un trabajo que
desgasta, física y emocionalmente, pero saca lo mejor de nosotros mismos y nos ofrece
las mejores recompensas. No hay recetas mágicas y a cada familia le funciona una
cosa diferente, pero lo que nadie puede negar es que todos queremos ser felices
y queremos lo mejor para nuestros hijos. Por eso, cada día, y cada momento, es una nueva oportunidad para volver a
empezar, para pedirnos perdón cada vez que nos equivocamos y tratar de aprender
para hacerlo mejor en la próxima ocasión.
Si
vivimos con esta conciencia y cuidamos este deseo, nuestros hijos
lo notan y aprenden de nosotros, casi sin darnos cuenta, las lecciones más importantes para la vida:
- A amar y a ser amados incondicionalmente.
- A creer en ellos mismos y a saber lo valiosos que son.
- A vivir cada día, y cada momento, como una nueva oportunidad para volver a empezar.
- A pedir perdón y a perdonar.
- A apasionarse por la vida y a disfrutar con las pequeñas cosas y con todo lo que hagan.
- A reconocer y disfrutar de la belleza de las cosas.
- A ser agradecidos y valorar lo que tienen.
- A ser generosos.
- A comunicarse y a expresar lo que quieren y lo que sienten.
- A soñar y a luchar por las cosas que desean.
- A distinguir lo que les hace ser mejores personas.
- A buscar el mejor camino por donde recorrer su vida.
© CAMINARÉ |
Y vosotros, ¿qué queréis enseñar a vuestros hijos?
Para no perderte nada ¡suscríbete! y ¡Sigue el blog!
También puedes seguirnos en Facebook.
También puedes seguirnos en Facebook.
No hay comentarios:
Publicar un comentario