jueves, 28 de junio de 2018

A mi bebé no le gusta ser porteado


Hoy quiero hablaros de porteo, pero de cuando portear no es tan sencillo como parece. A veces pensamos que a todos los bebés les va a gustar ir porteados porque ¡les encanta estar en brazos! y sabemos que necesitan estar cerquita de mamá y papá y estar en contacto frecuente.
Pero no siempre sucede así. En ocasiones lloran, se retuercen, se estiran y quieren salir de ese sitio extraño donde les hemos metido y van tan apretados.
Y claro, esos padres que han comprado con toda la ilusión un portabebé precioso de última generación y lo están haciendo lo mejor que saben, se sienten sorprendidos de esta reacción de su bebé y frustrados por no saber qué hacer.

¿Te suena? ¿Te ha pasado?

Seguramente si estás leyendo esto es porque te ha sucedido o conoces a alguien cercano que le ha pasado. Tranquilos, es más habitual de lo que os imagináis. Seguramente sólo sea necesario un poco más de paciencia y práctica. Pero por si acaso hoy os voy a decir algunas de las posibles causas de esta reacción de tu bebé y en el siguiente post os daré algunos consejos para tener un buen inicio en el porteo.

Algunas Causas:

·      El motivo más frecuente es que comenzamos con un bebé de meses que no está acostumbrado. Como hemos dicho, a los bebés les encanta estar en brazos y cerquita de nosotros, pero ir en un portabebé no es igual que ir en brazos. En un portabebé el cuerpo del niño va sostenido de forma uniforme y muy cerquita al cuerpo de su mamá o papá, respetando la posición adecuada a su desarrollo fisiológico. Para un recién nacido esta sensación es la misma que la que tenía en la barriga de mamá, pero si intentamos portear a un bebé más mayorcito es probable que le cueste un poco más. Para nosotros, portear es la manera más cómoda y práctica de cubrir las necesidades de contacto físico permanente que necesita nuestro bebé teniendo a la vez las manos libres para realizar las tareas cotidianas, de ahí que antes de que existieran los carritos en todas las culturas ya existía el porteo.
·  Nuestras expectativas. A veces estamos muy informados y concienciados de querer portear, hemos visto videos, quizás hasta hayamos ido a talleres de porteo, pero no es lo mismo hacerlo con tu bebé. Y si nuestro bebé no quiere, nos frustra y angustia y trasmitimos el nerviosismo al pequeño.
·     Antes le gustaba pero ahora no quiere. A lo mejor tu caso es diferente, tú has porteado durante un tiempo y, de repente, tu pequeñ@ empieza a parecer incómodo y se resiste cada vez que intentas portearle. Si te ha pasado esto puede ser por dos razones:
~  Tu portabebé se ha quedado pequeño. Salvo los portabebés evolutivos que vamos adaptando al crecimiento de nuestro bebé y los fulares tejidos, el resto de portabebés no nos sirven para todo el tiempo que estemos porteando. Debemos saber que cada portabebé tiene un periodo de vida útil y debemos elegirlo según el momento evolutivo de nuestro hijo y nuestras necesidades.
~  Tu bebé tiene 4-5 meses, ya sostiene la cabeza y quiere ver el mundo que hay a su alrededor o tu hij@ ya gatea o está comenzando a caminar y quiere estar en el suelo explorando o subir y bajar constantemente. La solución puede estar en buscar nuevas posiciones de porteo (a la cadera o a la espalada, nuca de cara al exterior) que le permitan sacar los brazos y tener mayor campo de visión. O usar portabebés que sean más fáciles y rápidos de usar como los portabebés ligeros.
Puede ocurrir que ni cambiando de portabebé ni de postura quiera ser porteado, no te preocupes, en ocasiones hay periodos de “huelga” simplemente porque tiene otras cosas más interesantes que descubrir, o quizás el porteo haya llegado a su fin.

Las necesidades de los niños y las nuestras van evolucionando y cambiando. Debemos estar atentos y respetarlas.


Espero que os haya sido de utilidad y no os perdáis el próximo post con algunos consejos para que los inicios en el porteo sean lo más satisfactorios posibles y tu bebé no llore cuando intentes portearle.



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viernes, 1 de junio de 2018

Qué tienen que ver las vacaciones en familia con el apego y la acogida


Parece que el buen tiempo empieza a saludarnos dejando atrás esta lluviosa primavera. Esto empieza a oler a verano y a ¡vacaciones!

Con tres niños no solemos viajar mucho, no por ganas, sino por tiempo y dinero, pero nos gusta hacer muchos planes en familia y alguna escapadita de vez en cuando. Una cita imprescindible al comienzo del verano es un fin de semana familiar con amigos y una semana en Pirineos en agosto, ambos planes con amigos. Nos juntamos muchas familias con niños pequeños y todos lo pasamos fenomenal haciendo juegos y excursiones organizados por nosotros. Para mi familia no es tan importante el lugar como la compañía. Supongo que esto empieza a tener que ver con el apego, los vínculos afectivos y la acogida….
Pero como he dicho, si pudiéramos viajaríamos mucho más, somos bastante viajeros, tanto que hemos vivido durante 4 años en República Dominicana y hemos viajado mucho, muchísimo, descubriendo cada rincón de ese bello país. Porque conocer otro país, desde dentro, viviendo y conviviendo es la mejor forma de disfrutarlo de verdad.
Por eso, el pasado miércoles 30 de mayo, me animé a asistir a un evento convocado por Madresfera y la plataforma Airbnb. Esta plataforma la conocía levemente por haber buscado en ella posibles alojamientos para el puente de mayo y por amigos que la han usado, me parecía interesante y, de cara al verano y futuras escapadas, quería conocer mejor su funcionamiento.


El lugar escogido para el evento fue un precioso dúplex de diseño de uno de los anfitriones de la plataforma, ubicado en el barrio de las letras de Madrid.
Allí, pudimos escuchar a Giuseppe Iandolo, psicólogo de PSISE (Psicólogos Infantiles Madrid) y profesor de la Universidad Europea de Madrid, que nos dio a conocer los motivos por los que descubrir un lugar en familia a través de Airbnb.
La verdad es que la charla me sorprendió gratamente porque no me esperaba su contenido. Se basó principalmente en la teoría del apego (K. Lorenz, Harlow, Bowlby) que yo como asesora de maternidad, tengo como uno de los pilares de mi formación.
Es fundamental el apego seguro y la calidad del vínculo que los padres creamos con nuestros hijos los primeros años de vida, porque es una necesidad biológica y emocional que hará que nuestros hijos adquieran seguridad, autonomía, y desarrollen toda su capacidad de explorar, porque sabrán cuál es el lugar seguro al que volver. Y este apego que nuestros padres crearon con nosotros, y el que creamos nosotros con nuestros hijos, influye también en nuestra forma de ser como viajeros, en nuestras expectativas y en la forma en la que nos relacionamos con el lugar, las personas y los acontecimientos durante el viaje.



    a) Viajar en familia refuerza el vínculo familiar, tanto con la pareja como con los hijos.

b) La fase de preparación del viaje tiene una gran importancia. Tenemos que hacer partícipes a los hijos también en la preparación, sobre todo cuando comienzan a ser mayores, porque es una forma de desarrollar la imaginación y de comunicar los deseos en familia.

c) La satisfacción del viaje depende de tres cosas:
·  El lugar de destino y la relación de los acompañantes y con los interlocutores ocasionales. Porque la mejor manera de conocer un nuevo lugar y una nueva cultura es viviéndolo como un habitante más, participando en sus costumbres y hábitos diarios, sintiéndose parte de ella. Y en esto estoy totalmente de acuerdo debido a mi experiencia a vivir en otro país, no da igual estar de espectador en las cosas, hay que ser protagonista.
·  La calidad del alojamiento y los servicios del viaje: Durante la estancia, se produce un intercambio socio-cultural entre los anfitriones y los huéspedes. El anfitrión te recibe, te da a conocer el lugar, te orienta en la visita y te dice cosas a tener en cuenta. Si además compartes el alojamiento con el anfitrión la convivencia puede ser todavía más enriquecedora.
También conocimos a Conxa, anfitriona de un alojamiento compartido en Barcelona quien nos contó su experiencia personal y lo que le ha aportado hacerlo a ella y a su hija. Para mi fue otro ejemplo (aunque en este caso tiene un beneficio económico), de el bien que es acoger a otras personas. Yo que conozco muchas familias que, de forma gratuita y desinteresada, acogen a niños o que siempre tienen su casa disponible para hospedar a quien lo necesite, ves que para los primeros que es bueno es para ellos y para todos los que están a su alrededor, es el milagro de la hospitalidad.
Así que esta plataforma nos ofrece la posibilidad de viajar alquilando casas compartidas con sus anfitriones o casas completas ideales para viajar en familia, adaptados a los más pequeños y con todo tipo de comodidades para sentirse como en casa.




¿Quién se anima a probar? Nosotros seguro que sí.


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