lunes, 31 de diciembre de 2018

Feliz Año Nuevo

El año nuevo se acerca y cada fin de año es momento de reflexionar y hacer balance del año que termina: las cosas que nos han sucedido (esperadas o inesperadas, buenas o no tan buenas), lo que he aprendido, lo que debo mejorar, los propósitos conseguidos y los que siguen pendientes.


¿Qué he aprendido de lo que me ha sucedido?

Y para el nuevo año tenemos deseos (¡¡nunca dejes de desear!!) y propósitos (propósitos nuevos y propósitos en proceso).

Lo que debemos hacer es cumplir aquellos que realmente nos hacen felices de verdad, estar mejor con nosotros mismos y que nos hacen mejores personas.


Céntrate en los propósitos que hablan de lo que deseas de verdad y de lo que realmente te hace feliz.



Yo me quedo con todo lo que me ha sucedido en el año, lo que me había propuesto y he cumplido, lo que esperaba que sucediera y de cada imprevisto y novedad (bueno o malo), porque de todo se aprende y todo forma parte de mi camino y de quién soy. 

Yo quiero desearte que, sea cual sea el camino que tengas que recorrer este nuevo año, esté lleno de deseos y lleno de gente con la que compartirlos.


¡¡Feliz 2019!!


¿Cuáles son tus propósitos para este nuevo año?

Comparte tus deseos y haznos parte de ellos. 
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martes, 25 de diciembre de 2018

Y un Niño nació. ¡FELIZ NAVIDAD!

Seamos o no creyentes en Navidad celebramos el nacimiento del Niño Jesús.

¿Alguna vez os habéis parado a pensar en cómo sería 
el embarazo y el parto de la Virgen María?

Normalmente, en los nacimientos, encontramos al Niño entre pajas, en su cuna, cerca de sus padres, pero pocas veces en los brazos de su madre. Aunque encontramos imágenes de María embarazada o dando el pecho (podéis echar un vistazo a mi sección BreastfeedingArt), es raro encontrar Nacimientos con imágenes de María dando a luz o dando el pecho a un Niño Jesús recién nacido.

Virgen embarazada

Para felicitaros la Navidad yo os lo quiero contar de la manera en la que yo me lo imagino…

La Virgen María era muy joven cuando se quedó embarazada. Debía ser una joven fuerte y valiente. Embarazada de unos pocos meses recorrió un largo camino (tramos a pie, en burro o en carro) para visitar a su prima Isabel que también estaba embarazada. Seguramente la finalidad de la visita fuera para recibir consejo y acompañarla en su embarazo, tan inesperado y sorprendente como el suyo. Este largo camino (María vivía en Nazaret y su prima cerca de Jerusalén), seguramente lleno de dificultades y peligros lo recorrió ida y vuelta, sola y embarazada. Y cuando ya estaba en la recta final de su embarazo, San José le dice que tienen que irse a Belén a empadronarse. Más de 160 km de viaje en burro, lo que supondría varios días de camino, quizás más de lo habitual, pues tendrían que hacer frecuentes paradas para que María descansara.

Natividad Camino a Belén
Película Natividad

De Nazaret a Belén
Google maps

¿Quién de nosotras, madres, somos capaces de hacer los esfuerzos 
que tuvo que hacer la Virgen en su estado?

Por si no había tenido suficiente con llegar a Belén, agotada y con contracciones de parto, no encuentran dónde hospedarse. Mucha gente ha llegado antes que ellos para censarse. Imaginaros cómo se sentiría San José. Cansado, preocupado, angustiado. Su mujer va a dar a luz y no tiene un lugar digno para acomodarla. A duras penas encuentra un establo, una cueva, en definitiva, un lugar resguardado, donde descansaban los animales, con paja y algo de leña. Amontonaría un poco de paja y pondría una manta a modo de cama para que María se tumbara y descansara mientras sentía que el nacimiento de su Hijo estaba cerca. San José le acompañaría discretamente. Cerca de María, disponible, pero lo suficientemente alejado para dejarle a ella concentrarse en su alumbramiento. Prepararía una hoguera para dar luz y calor, iría a buscar a una partera, iría a por agua y a pedir paños y víveres a los lugareños.

María, expectante pero tranquila, segura de que el momento ya había llegado. Confiada en que todo iba a salir bien. Concentrada en su respiración, en su cuerpo, en su Hijo. Ofreciendo ese dolor por Amor.

Quizás San José llegó con la partera cuando Jesús ya había nacido. Quizás San José estaba cerca porque no había nadie que pudiera ayudarles y se acercó a María cuando oyó al bebé recién nacido.

Natividad
Película Natividad
María cogió a su hijo y lo puso en su regazo, piel con piel, abrazándolo mientras lo cubría con su ropa. Ambos, recostados, se miraron, se sintieron, se reconocieron, enamorándose el uno del otro.

¿Hay algún acto de amor mayor?

Jesús llegó al mundo en el mejor lugar donde podía encontrarse, en brazos de su madre, no necesitaba nada más, sólo su calor, su olor, seguir oyendo el latido de su corazón. Poco a poco Jesús fue buscando su alimento. Movió su cabecita, apoyó sus manitas y encontró el pecho de su madre. Jesús tomó el calostro de su mamá hasta que ambos se quedaran profundamente dormidos. San José, estaría cerca contemplando esa bella escena llena de ternura.
Laura (Instagram: es_vixdrawz)
Cedida por Laura (Instagram: es_vixdrawz)

Todo sería silencio y contemplación. Ternura y amor.

Todos los que llegaban a adorarle quedarían en silencio, contemplando desde una distancia prudencial, sin atreverse a interrumpir. San José recibiría los presentes y las felicitaciones.

Contemplemos nosotros a este Niño que llena de alegría nuestras vidas.
 ¡¡FELIZ NAVIDAD!!


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