Hoy quiero hablaros de porteo, pero de cuando portear no es tan sencillo como parece. A veces pensamos
que a todos los bebés les va a gustar ir porteados porque ¡les encanta estar en brazos! y sabemos que necesitan
estar cerquita de mamá y papá y estar en contacto frecuente.
Pero no siempre
sucede así. En ocasiones lloran, se retuercen, se estiran y quieren salir de
ese sitio extraño donde les hemos metido y van tan apretados.
Y claro, esos
padres que han comprado con toda la ilusión un portabebé precioso de última
generación y lo están haciendo lo mejor que saben, se sienten sorprendidos de
esta reacción de su bebé y frustrados por no saber qué hacer.
¿Te suena? ¿Te ha pasado?
Seguramente si
estás leyendo esto es porque te ha sucedido o conoces a alguien cercano que le
ha pasado. Tranquilos, es más habitual de lo que os imagináis. Seguramente sólo
sea necesario un poco más de paciencia y práctica. Pero por si acaso hoy os voy
a decir algunas de las posibles causas de esta reacción de tu bebé y en el
siguiente post os daré algunos consejos para tener un buen inicio en el porteo.
Algunas Causas:
· El motivo más frecuente es que comenzamos con un bebé de meses que no está acostumbrado. Como
hemos dicho, a los bebés les encanta estar en brazos y cerquita de nosotros,
pero ir en un portabebé no es igual que ir en brazos. En un portabebé el cuerpo
del niño va sostenido de forma uniforme y muy cerquita al cuerpo de su mamá
o papá, respetando la posición adecuada a su desarrollo fisiológico. Para un
recién nacido esta sensación es la misma que la que tenía en la barriga de
mamá, pero si intentamos portear a un bebé más mayorcito es probable que le
cueste un poco más. Para nosotros, portear es la manera más cómoda y práctica de cubrir
las necesidades de contacto físico permanente que necesita nuestro bebé
teniendo a la vez las manos libres para realizar las tareas cotidianas, de ahí
que antes de que existieran los carritos en todas las culturas ya existía el
porteo.
· Nuestras expectativas. A veces estamos
muy informados y concienciados de querer portear, hemos visto videos, quizás
hasta hayamos ido a talleres de porteo, pero no es lo mismo hacerlo con tu
bebé. Y si nuestro bebé no quiere, nos frustra y angustia y trasmitimos el
nerviosismo al pequeño.
· Antes le gustaba
pero ahora no quiere. A lo mejor tu caso es diferente, tú has porteado durante un
tiempo y, de repente, tu pequeñ@ empieza a parecer incómodo y se resiste cada
vez que intentas portearle. Si te ha pasado esto puede ser por dos razones:
~ Tu portabebé se ha
quedado pequeño.
Salvo los portabebés evolutivos que vamos adaptando al crecimiento de nuestro
bebé y los fulares tejidos, el resto de portabebés no nos sirven para todo el
tiempo que estemos porteando. Debemos saber que cada portabebé tiene un periodo
de vida útil y debemos elegirlo según el momento evolutivo de nuestro hijo y nuestras
necesidades.
~ Tu
bebé tiene 4-5 meses, ya sostiene la cabeza y quiere ver el mundo que hay a su alrededor o tu hij@ ya gatea o
está comenzando a caminar y quiere estar
en el suelo explorando o subir y bajar constantemente. La solución puede
estar en buscar nuevas posiciones de porteo (a la cadera o a la espalada, nuca
de cara al exterior) que le permitan sacar los brazos y tener mayor campo de
visión. O usar portabebés que sean más fáciles y rápidos de usar como los
portabebés ligeros.
Puede ocurrir que ni cambiando de portabebé ni de postura quiera ser
porteado, no te preocupes, en ocasiones hay periodos de “huelga” simplemente porque tiene otras cosas más interesantes que descubrir, o quizás el porteo haya llegado a su fin.
Las necesidades de los niños y las nuestras van
evolucionando y cambiando. Debemos estar atentos y respetarlas.
Espero que os haya sido de utilidad y no os perdáis el próximo post con algunos consejos para que los inicios en el porteo sean lo más satisfactorios posibles y tu bebé no llore cuando intentes portearle.
Si no quieres perderte ningún post ¡suscríbete! o sígueme en Facebook.
Y por supuesto, SI TE GUSTA, ¡COMPARTE!
No hay comentarios:
Publicar un comentario