Septiembre es un mes de adaptación, de toma de
contacto, de retomar relaciones y por
supuesto de ir cogiendo el ritmo de las actividades diarias que irán
aumentando cuando, en octubre, comencemos las clases por la tarde.
En muchos colegios, 3º de Infantil es un curso muy exigente porque los
niños tienen que pasar a Primaria leyendo y escribiendo. En Primaria hay
libros de texto a mansalva, se comienza con el cálculo, las asignaturas en inglés y los niños deben afianzar la lectura comprensiva para ser
capaces de hacer los ejercicios de clase y los ¡DEBERES!
![]() |
Freepick |
Afortunadamente en nuestro colegio en infantil no hay deberes (pese a que hay padres que en las reuniones ¡¡piden
que los haya!!). Y a partir de primaria es mínimo el trabajo que los niños
traen a casa. Evidentemente la cantidad de deberes va aumentando a medida que
promocionan curso, pero siempre de forma razonable, adecuada a la edad y sin
que sea necesaria la explicación por parte de los padres.
En 1º de primaria tienen que leer todos los días 5-10 minutos, tiempo
adecuado y suficiente; pudiendo elegir leer algo que les guste, la única forma
de favorecer el gusto por la lectura. Que les manden leer me parece fundamental
y necesario puesto que la lectura es lo más importante para poder comprender y
trabajar todo el resto de asignaturas.
Poco a poco les van mandando hacer algún ejercicio relacionado con la
lectura para que adquieran comprensión lectora y también alguna cuenta o
problemas. Pero no mucho más.
Lo que quiero manifestar en este post son varias cosas.
Por un lado, mi disconformidad
ante la carga excesiva de deberes de algunos colegios en edades tempranas. Hasta el inicio de primaria los niños aprenden
más con el juego libre: con él desarrollan la creatividad, la imaginación y
ponen en práctica todos sus nuevos aprendizajes. El juego está menospreciado
porque pensamos que es una pérdida de tiempo, pero mucho más lejos de la
realidad, los niños “cuando juegan
encuentran retos que se ajustan a sus capacidades y es ahí cuando aprenden de
verdad” (Entrevista en El Mundo a Catherine
L´Ecuyer 12/11/2014).
Por otro lado, quiero hacer un llamamiento a fomentar la autonomía y la responsabilidad de los niños. A medida
que los niños crecen son capaces de ir haciendo nuevas cosas por sí mismos:
comer solos, vestirse, recoger los juguetes, ser responsable de la bolsa de su
merienda, recordar si tiene que llevar algo a clase y dárselo a la profe, etc.
Ahora les toca ser responsables de sus deberes: de apuntarlos en la agenda, de
llevar a casa lo necesario para hacerlos y realizarlos. Ellos son capaces si
nosotros les dejamos hacerlo. La primera vez se equivocarán, se les olvidará,
pero poco a poco aprenderán.
![]() |
Freepick |
Las madres siempre estamos disponibles a ayudar a nuestros hijos y a
solucionarles sus problemas. Pensamos… “¡Pobrecit@!
¡Es tan pequeñ@!” Pero si nosotros nos adelantamos y se lo damos todo
hecho, ¿para qué molestarse si mamá lo va
a hacer por mí?.
Si queremos niños autónomos y responsables no podemos hacerles los
deberes (nosotros ya los hicimos cuando fuimos
al colegio) ni debemos solucionarles
sus problemas cuando, por ejemplo, se les olvidan las cosas para hacerlos. Lo
que tenemos que hacer es ACOMPAÑARLES, ayudarles,
enseñarles.
¿Cómo podemos acompañarles?
Ø Lo ideal, cuando en primaria comienzan a tener
deberes, es enseñarles a usar su agenda
y ser organizados. Recordarles todos los días que tienen que traerla a casa
junto con los libros o cuadernos en los que tengan que realizar los deberes. Esto también se trabaja desde el cole.
A nuestro mediano le ha costado
una semana saber lo que tenía que dejar en clase y entender que tenía que traer
la agenda todos los días con las cosas apuntadas. Pero tras recordárselo cada
días (varias veces cada uno, un poco pesados sí somos) ya ha conseguido ser
capaz de interiorizarlo y hacerlo. Lo cual no quiere decir que cuando tenga
deberes traiga la mochila con la agenda pero sin cuadernos.
Ø Elegir el
momento para hacer los deberes. Esto dependerá de cada familia, del número
de hijos y sus edades, de las actividades que tengan por las tardes e incluso
de cómo es cada niño. Muchas familias piensan que lo ideal es que nada más
llegar se pongan a hacer deberes para acabarlos pronto y así tener el resto de
la tarde para jugar. Pero a lo mejor tiene una extraescolar o el niño llega
muerto de cansancio. Merendar y jugar un rato puede ayudar al niño a descansar
y desconectar para ponerse a hacer los deberes con más ganas.
Nosotros lo que solemos hacer es
merendar y quedarnos un rato jugando con los amigos a la salida del cole o vamos directamente al parque antes de
subir a casa. Como en invierno anochece pronto aprovechamos el rato de sol y
cuando anochece subimos a casa a hacer los deberes y a continuar con las rutinas.
Ø Elegir el
lugar adecuado para hacer los deberes. Un lugar con buena luz y una mesa
amplia son fundamentales. A ser posible lejos de distracciones.
Ø Preguntarles
todos los días: “¿Tienes deberes?”
Y animarles a que saquen su agenda y sentarnos a su lado a que los hagan.
Pero, ¿y si no entendemos lo que tiene apuntado en la agenda?
¿Y si se le olvida la agenda o si no trae los deberes apuntados?
Muchos colegios funcionan con plataforma a través de la cual el
colegio envía comunicados e incidencias a los padres y publican los deberes.
Si no entendemos lo que han escrito (lo cual es normal porque en primero de primaria todavía muchos no
dominan la escritura) o se le ha olvidado la agenda podemos consultar la
plataforma del colegio, sin que esto se vuelva una costumbre. Debéis dejarle
claro que es una herramienta para los padres y que ellos deben
responsabilizarse de hacer sus cosas bien. Sólo se puede usar hasta que
adquiera la costumbre o en caso de emergencia (claro, que no sea todos los días una emergencia) El niño debe esforzarse
por apuntar los deberes todos los días en su agenda, escribir legible y llevar
a casa lo necesario.
Pero ¿y si no trae los cuadernos?
Si se le han olvidado los cuadernos los grupos de whatsapp de las
madres funcionan de maravilla. ¡Solucionado!
Basta con escribir un whatsapp de auxilio y una madre solidaria nos mandará con
prontitud una foto de todas las páginas del libro, del cuaderno y de la copia
de su hijo para que nuestro pequeño pueda hacer su tarea, a veces hasta con las
respuestas.
¡¡NO HAGAIS ESO POR FAVOR!!
FLACO FAVOR ESTÁIS HACIENDO A VUESTROS HIJOS.
Si no han apuntado los deberes, se les ha olvidado la agenda o los libros correspondientes, al día
siguiente llevarán una nota a la profesora o le explicarán lo sucedido. Ellos mismos tienen que darse cuenta de
las consecuencias que supone el olvido o el despiste. Nosotras
siempre podremos consultar la plataforma del colegio, pero ellos no pueden
entender que este recurso, que es para los padres, les exime de sus
responsabilidades. “Cómo mamá tienen los
deberes en la plataforma yo me desentiendo” “Mamá, se me han olvidado los
deberes, busca lo que tengo que hacer en la plataforma”. ¡Ni mucho menos!
Y qué decir de los grupos de whatsapp… “Mamá solucionalotodo” ¿También vamos a estudiar y a hacer los exámenes
por ellos?
Basta una frase sencilla: “Mira
hij@, un día no pasa nada, todos nos podemos despistar una vez. Mañana se lo
explicas a la profesora y cuando tengas un rato los haces en clase o los
hacemos mañana en casa. Seguro que mañana estás más atento y no se te olvidan”.
Cuando yo era pequeña mi madre no sabía los deberes que yo tenía si yo
no se lo decía. Si yo no era responsable, al día siguiente tendría que dar una
explicación a la profesora. Una responsabilidad que si no se la fomentamos
desde ahora, desde primero de primaria, no vamos a poder exigirles que lo sean
cuando estén en 5º de primaria o en la ESO.
La profesora conoce a los niños, sabe que no están acostumbrados, sabe
si son despistados, y ella, como nosotros, les recordará que apunten los
deberes en su agenda, y la metan en la mochila con todo lo necesario. Pero
tenemos que ayudarles en esta tarea desde el principio.
¿Cómo hacer los deberes?
Como os he dicho antes, los deberes son de ellos no nuestros, por eso los tienen que hacer ellos.
Como os he dicho antes, los deberes son de ellos no nuestros, por eso los tienen que hacer ellos.
Aquí os doy algunas ideas que a mí me parecen fundamentales y a veces
no hacemos.
· ELLOS LEEN
LOS ENUNCIADOS, no nosotros.
Sino ¿cómo van a aprender a leer, coger velocidad lectora y comprensión?
Sino ¿cómo van a aprender a leer, coger velocidad lectora y comprensión?
· Nosotros les preguntamos QUE NOS DIGAN QUÉ HAN ENTENDIDO Y QUÉ TIENEN QUE HACER. Nosotros
les ayudamos en caso de que tengan dificultad para comprender lo que leen. Para
ello les pedimos que lo vuelvan a leer más despacio entendiendo cada palabra y
cada frase.
· ELLOS
RESUELVEN. Si vemos que se equivocan, NO
CORREGIMOS, no les decimos dónde está el error. Nosotros les preguntamos “¿Estás seguro? Repásalo”. “Míralo bien”
Si está seguro debe dejarlo así, en clase al día siguiente van a corregir los
ejercicios con el profesor. NO TIENEN QUE LLEVAR LOS DEBERES CORREGIDOS POR
NOSOTROS. El momento de corregir los ejercicios en clase es el momento para
afianzar los conocimientos y solucionar las dificultades que tengan. Si llevan
los ejercicios perfectos el profesor va a pensar que ya se lo sabe y el niño no
va a tener opción a preguntar sus dudas.
· NO
INTERFERIR EN EL MODO DE SOLUCIONAR LOS EJERCICIOS. Os iréis dando cuenta
que, sobre todo en matemáticas, la forma de enseñar a calcular es diferente a
como nosotros lo aprendimos. Si nosotros intentamos enseñar al niño a “nuestra forma” lo único que hacemos es
liarle y confundirle más. Yo recuerdo que me enfadaba con mi hermana cuando
intentaba enseñarme a calcular algo de determinada manera y yo le decía que no,
que así no era cómo me lo habían enseñado en el colegio. Este punto es
importante para recordarnos que ES EL
NIÑO EL QUE HACE SUS DEBERES, no nosotros.
![]() |
Freepick |
Me recuerdo haciendo los deberes en la mesa de la cocina mientras mi
madre cosía. Con el tiempo pasé a hacerlos en mi habitación, sola y en silencio.
Yo no recuerdo a mi madre sentada a mi lado diciéndome lo que tenía que hacer,
pues ella, como la mayoría de su generación, sus años en el colegio fueron
bastante más limitados que los nuestros y no fueron a la universidad. No podía ayudarme
con el inglés, las ecuaciones ni la formulación, hasta la geografía había cambiado. Nosotros
somos una generación universitaria, mucho más
preparados y formados académicamente, pero eso no quiere decir que tengamos que
eximir a nuestros hijos de sus responsabilidades y obligaciones.
Lo importante es hacerle entender la importancia de ser responsable de
sus cosas y de sus trabajos. Que reconozca y experimente el gusto por aprender,
por tener sus cosas ordenadas, realizadas con limpieza y se sienta orgulloso de
ello. Esto es el ideal, claro. Lo importante es que cada familia trabaje personalmente con su hij@ partiendo de cómo es.
Y tú, ¿cómo vives los deberes de
tu hij@?
los deberes... mi hija acaba de empezar el cole y espero que me quede para eso, y que su cole no sea de los que pone deberes en infantil, ¡¡qué barbaridad!!... me ha gustado tu artículo, porque estoy de acuerdo con tu planteamiento, son sus deberes, no los nuestros y debemos enseñarles a hacerlos y a hacerse responsables de ellos, pero con autonomía. alucino con los grupos de wassap con deberes resueltos.. perdemos el norte.. a veces pienso que no sólo los niños deberían dedicar más tiempo a leer.. ;)
ResponderEliminarOjalá todos leyéramos más y más cosas de calidad. Tenemos una gran tarea. Me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarGracias María me ha gustado, una nueva etapa comienza este curso para mi hija. Confío en que todo es para bien, una nueva oportunidad para ella y para mí también. Lo comparto
ResponderEliminarÁnimo en esta nueva etapa, seguro que es para bien. Un abrazo.
EliminarGracias!! De acuerdo 100%. Tengo dos niñ@s en primaria y establecer un buen método con el primero, es de gran ayuda para orientar a los siguientes.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, aunque cada niño sea diferente y tenga necesidades distintas. Gracias!
EliminarComo siempre , un gusto leerte.
ResponderEliminarYo añadiría una pequeña nota, si suplantamos a nuestros hijos también corremos el riesgo de ocultar alguna dificultad concreta que tenga.
Necesitamos ver que quizás no lee bien, que quizás no pueda comprender lo que pide el profe,que quizás le cueste concentrarse...para detectar qué le sucede y poderle ayudar de la manera mas adecuada a su necesidad. Es mi experiencia. Y desde entonces, les acompaño, pero no les suplanto.
Un abrazo!