Llevar al bebé cerca es una experiencia maravillosa
que crea un vínculo especial entre padres e hijos o entre el cuidador
principal y el bebé (abuelos, tíos, etc).
El contacto físico es imprescindible para los
bebés, es el alimento que garantiza la supervivencia. Por ello,
llevar a nuestros hijos en un portabebés (ergonómico y colocado en la posición
correcta) tiene muchos beneficios para los bebés y para nosotros.
Beneficios para los bebés
- A nivel biológico:
-
Beneficia los ritmos cardíaco y respiratorio del bebé y ayuda
a regular su temperatura corporal durante el primer mes. Por
ello, está especialmente recomendado para bebés prematuros, ya
que la inmadurez de todos los sistemas del cuerpo del bebé hacen que su sistema
termorregulador no esté del todo preparado para funcionar en solitario, cosa
que se solventa practicando el piel con piel que nos permite el porteo. Además
estar tan cerca del porteador transmite mucha tranquilidad a los bebés, que se
sienten seguros y protegidos.
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- Beneficia y favorece la lactancia materna. Los bebés porteados adquieren mayor instinto de
succión por la mayor estimulación de sus sentidos (contacto y olor de la
madre). Llevar al bebé cerca provoca que la madre segregue una serie de
hormonas, como la oxitocina y la prolactina, lo que favorece la subida de la
leche y un buen establecimiento de la lactancia materna. Permite el amamantamiento
a demanda de una manera discreta y disponible en cualquier momento y lugar.
- Los
bebés que son porteados son más tranquilos y lloran menos. La
causa es que al estar en contacto, los adultos reconocen y responden antes a
las señales del llanto por hambre, sueño, cansancio...
- Duermen mejor. Se ha demostrado que los bebés con los que se ha
usado el método canguro aumentan más rápido el peso y duermen mejor. El movimiento de nuestro caminar produce un suave
masaje natural que le relaja y le ayuda a conciliar el sueño con más
facilidad.
- Los cólicos del lactante disminuyen. Llevar al bebé en posición vertical (vientre contra
vientre) estimula su sistema digestivo aún inmaduro y facilita la expulsión de
gases.
- A nivel psicomotriz:
- Tienen mejor desarrollo
psicomotor. El constante balanceo genera en
los niños mejor equilibrio y mejor control postural, debido a que
su cuerpo se va adaptando a nuestro movimiento. Los bebés que son llevados
mucho en brazos son más flexibles puesto que no pierden la
elasticidad de sus miembros.
- Beneficios para el desarrollo de la cadera y columna del bebé. La posición ranita es ideal para la
cadera, puesto que previene la luxación congénita de cadera o displasia.
La columna se desarrolla acorde a su curvatura natural y los músculos de
su espalda se fortalecen.
- También evita la plagiocefalia
postural, una deformidad en la cabeza de los niños que, en la mayoría de
los casos, se debe a malas posturas en los primeros meses de vida. Usando
portabebés la cabeza se redondea por sí sola.
- A nivel social e intelectual:
- Facilita la socialización y el
aprendizaje del lenguaje. El bebé
porteado desarrolla de una manera más saludable sus 5 sentidos, puede ver mejor
las caras de sus padres, oír sus voces y el latido de su corazón, oler su
cuerpo, sentir su tacto y percibir mejor los estímulos externos (clima, luces,
ruidos…). El bebé se integra en la vida cotidiana, participando en lo que
el adulto hace, en los paseos y conversaciones. Esto produce también un mayor
desarrollo intelectual. Los bebés dedican más tiempo en alerta tranquila
cuando van en brazos. Este es el estado ideal para aprender. Sus sentidos son
estimulados cuando van en brazos pero tienen un lugar donde refugiarse cuando
sienten peligro, miedo o sobre estimulación. Cuando el bebé va en brazos, ve el
mundo desde el mismo sitio que el porteador. Cuando la madre habla con alguien,
el bebé forma parte de la conversación y se socializa con la comunidad a la que
pertenece.
Beneficios para los porteadores
- Fortalece los vínculos. El contacto cont inuo favorece una relación muy
especial entre el bebé y el porteador.
- Previene y mejora la depresión posparto. La
conexión emocional es tan fuerte con un bebé que se portea, que el
contacto directo aumenta el nivel de endorfinas y estimula que la
oxitocina permanezca elevada y se mantenga en el organismo durante más tiempo,
más allá del momento inmediato después del parto. Esta hormona conocida como la
hormona del amor, provoca sentimientos de felicidad, de capacidad para la
crianza y plenitud.
- Aporta seguridad emocional,
tranquilidad y mejora la autoestima. Los porteadores
que llevan a sus bebés pegados a sus cuerpos se sienten más seguros y confiados
porque serán capaces de reconocer más rápidamente las señales del bebé e
identificarlas (sueño, hambre, cansancio...).
- Tonifica los músculos de la
espalda del porteador, así como la higiene postural. El peso total del niño está sostenido por el
portabebés y se reparte por toda nuestra espalda de forma uniforme. De
esta manera nuestro cuerpo se va adaptando progresivamente al peso del bebé, lo
que contribuye a fortalecer nuestra musculatura y a tener un mejor control
postural. Con ello, prevenimos los posibles dolores de espalda provocados por
coger a los niños en brazos, ya que usamos solo un brazo y forzamos posturas incorrectas
para nuestra espalda.
- Mayor libertad de movimientos. También
permite tener al porteador las manos libres para hacer otras
actividades: atender al teléfono, tomar notas, llevar las bolsas de la
compra, jugar con nuestros hijos mayores o dar la mano a tu pareja. Limita
menos nuestro acceso a determinados lugares donde no cabríamos con la silla de
paseo (transporte público, escaleras, aglomeraciones…).
Además…
Los portabebés son más
económicos que los carritos,
ocupan poco espacio cuando no los utilizamos
y les podemos dar otros usos como,
por ejemplo, una hamaca o una manta cuando vamos al campo para que los niños se
echen la siesta.
¿Qué más se puede pedir?
¡Son todo ventajas!
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