"Yo
soy importante. Siempre soy importante. No "en caso de".
No "siempre y cuando". Soy importante. Punto"
Chimamanda
Adichie, escritora nigeriana
Estoy orgullosa de ser mujer, de ser madre y
de cuidar a mis hijos a tiempo completo; aunque me indignen ciertas injusticias
por las que hay que seguir luchando, creo que el verdadero cambio está en el
día a día, en nuestro quehacer cotidiano con nuestro testimonio.
Mi hijo mayor no entiende porqué se celebra
este día y se le da tanta notoriedad en todas partes y por qué no se celebra el
día del hombre. Preguntándole por qué pensaba esto me decía que él no siente
que las mujeres seamos menos que los hombres, hasta me decía que le da la
sensación que somos nosotras mismas “con
tanta historia” las que nos infravaloramos. Y la verdad es que da que
pensar. La igualdad comienza en las casas, con la educación y con nuestro
ejemplo. Mi hijo es varón y no siente que su madre sea menos que su padre por
quedarse en casa.
Yo como madre de tres varones, siento la responsabilidad de educarles en el valor de la persona en general (y de la mujer en particular), en el respeto y en el diálogo, para poder entender y valorar al otro. Tenemos la responsabilidad de educar a nuestros niños para que vean en cada persona un bien, una posibilidad, un regalo. Y tenemos que enseñarles que nuestro valor como personas hace que seamos iguales en derechos y oportunidades. Y esto solo se consigue en el día a día con nuestra forma auténtica y verdadera de estar en el mundo.
Es un
día especial para reconocer el valor, la fortaleza, la contribución
generosa y entusiasta, de tantas y tantas mujeres en la tarea de construir una
nueva sociedad de forma discreta en su día a día.
Mujer gracias
por tu presencia,
por
tu dedicación,
por tu entrega,
por tu cercanía,
por tu pasión,
por tu ternura,
tu delicadeza,
tu feminidad.
Felicidades hoy y cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario