lunes, 19 de marzo de 2018

Lo que un padre hace por su hijo


Hoy es el día del padre, un día muy especial para todos los papás, futuros papás y abuelos.

Y qué mejor regalo que tener padres excepcionales cerca con los que compartir el tiempo y la vida, de los que aprender y con los que la amistad es un regalo

Padres de los que aprenden otros padres (o futuros padres). 
Padres de los que aprendemos las madres. 
Padres de los que aprenden los hijos. 
PADRES, con Mayúscula.

Por eso hoy, mi regalo para todos vosotros es el testimonio sobre su paternidad de un buen amigo de nuestra familia. ¡Qué lo disfrutéis!




"Tendría yo unos ocho años cuando, desde la casa de mi amigo Juan Pedro, llamé a mi padre (somos 5 hijos) para decirle si esa misma tarde nos podía llevar a ver el partido de River (vivíamos en Buenos Aires, y River es uno de los mejores equipos argentinos). Mi amigo añadió: "dile que también iríamos a ver el partido de antes, el del filial (o de la reserva como se dice en Argentina)". En fin, poniéndome en la piel de mi padre, se trataba de un plan para un sábado por la tarde de al menos 4 horas, ir al estadio, lidiar con la gente que estuviera por allí (en Argentina se ve de todo en un partido) y con dos niños de ocho años. "Ok, os recojo y vamos" dijo mi padre para mi sorpresa. Tiempo. Eso es lo que un padre hace por su hijo, dedicarle tiempo.

Nueve años más tarde, cambiamos de escenario, estaba yo en Rennes (Francia), recién acabada la selectividad. Llamé a mi casa y me dicen la nota. 

Ahora, sabida la nota, lo que tenía que hacer era echar la solicitud para la Universidad. No tenía muy claro qué estudiar (Matemáticas, Física, Informática) ni en qué Universidad (Autónoma, Politécnica, Complutense). Hay gente que lo tiene muy claro, yo no lo tenía muy claro. Mi padre, por teléfono, con paciencia y cariño, me fue guiando para que yo eligiese lo que mejor me convenía. Paciencia y cariño. Eso es lo que un padre hace por su hijo, darle cariño y tener paciencia.


Víctor Kuppers, un conferenciante que me encanta, recientemente decía que la fórmula es muy sencilla: Tiempo + Cariño. Como comentario añadía, hoy en día recortamos tiempo hasta del cuento que les contamos por las noches a nuestros hijos.

Tiempo + Cariño. Parece un fórmula fácil, luego en el día a día no es tan simple. 


Ahora que ya soy padre (de 3 hijos) me he dado cuenta que además de la fórmula Tiempo + Cariño, puedo aplicar otra fórmula: "Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis" y es que puedo darle a mis hijos el amor que ya he recibido, y si además, en esta cadena intergeneracional, se puede ir incrementando el amor, pues, bienvenido sea.


Hoy en el día del padre, y como me gustan mucho los juegos de palabras, me gustaría terminar diciendo, que mi deseo es que nuestros hijos no nos vean como el padre del día, ni como el padre del año, sino como el padre de la vida, por el tiempo, cariño, paciencia y amor que les hemos dado".

Sebastián Revuelta



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1 comentario:

  1. Si señor,tiempo+ cariño aderezado con gratuidad y disponibilidad hacen que esto dure en el corazon. El otro día vía a Sebas ejerciendo de padre y fue maravilloso. Contemple, sin ser visto lo que ,sin duda, su escrito esboza. Felicidades a los papas

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