miércoles, 28 de septiembre de 2016

¿Qué es el Baby Led Weaning?

El Baby Led Weaning (BLW) es un método que actualmente está en auge. Consiste en que es el bebé quien dirige el proceso de introducción de la alimentación complementaria.
Se basa en que los bebés amamantados a demanda aprenden a regular la cantidad que comen en función de sus necesidades. La madre que amamanta a demanda sabe cuándo su hijo quiere comer, porque el niño hace gestos de búsqueda. Y cuando el niño no quiere más, deja el pecho por sí solo. Con la ventaja de que esto les protege frente a la obesidad futura.
Si mientras es lactante permitimos que el niño coma “lo que quiere” y que ponga el horario, ¿por qué no probar a hacer lo mismo cuando se trata de otros alimentos?.
El objetivo es que los padres vayan dando al bebé poco a poco trocitos de los alimentos que come habitualmente la familia, dejando al niño que los manipule libremente. No hace falta un adulto dando papillas con cuchara. Los purés y las papillas son un invento relativamente moderno que “facilita” a los adultos la alimentación y que nos asegura que come cierta cantidad y variedad de comida.
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¿Cuándo se puede empezar? Las señales
Cuando el bebé tiene alrededor de seis meses, se puede sentar sin necesidad de apoyo, puede coger cosas con las manos, tiene interés por la comida y es capaz de expresar su negativa (por ejemplo retirando la cabeza).
Además deberá de haber perdido el reflejo de extrusión, es decir, que no empuje los alimentos fuera de su boca con la lengua cuando se le ofrecen en un intento de expulsar todo lo que pueda provocarle un atragantamiento. Este reflejo suele desaparecer en torno a los 6 meses.

¿Qué alimentos introducir?
El sabor de la leche materna cambia según la dieta de la madre. Por eso los bebés amamantados ya están acostumbrados a los cambios de sabor y algunos sabores les resultarán familiares.
Las comidas que se ofrezcan al bebé serán las que consume la familia de acuerdo a sus gustos y su cultura.
No es necesario cocinar por separado la comida del bebé, solamente aderezar por separado, debido a que la dieta de los niños debe ser pobre en sal y edulcorantes; y evitar introducirlos durante el mayor tiempo posible. También conviene evitar los platos preparados.
Las recomendaciones actuales de la Asociación Española de Pediatría (AEPED) indican que a partir de los seis meses se pueden introducir en la dieta del bebé:

  • Frutas y verduras crudas, cortadas en forma de “palitos” para que el niño pueda cogerlas con su manita.
  • Verduras cocinadas al vapor o ligeramente cocidas, asadas o fritas. Pueden estar enteras o cortadas en trozos del tamaño de un dedo.
  • Carne y pescado guisado, cocido o a la plancha, cortado para poder agarrarlo.
  • Arroz, pasta, pan, galletas, etc.
Podéis ver aquí algunas ideas.

¿Cómo hacerlo?
¡¡No hay prisa!! No es una competición. Cada niño sigue su propio ritmo. No es necesario que el bebé coma de todo inmediatamente.
La leche es el alimento más importante en la dieta del bebé durante su primer año de vida. No debemos quitarle la leche para darle otro alimento.
Ofrecerle mucho para que el bebé tenga acceso a la comida.
El bebé debe coger los alimentos con las manos para familiarizarse con ellos y luego llevárselos a la boca y probarlos. Comer alimentos sólidos es una nueva habilidad. Requiere tiempo y paciencia.
Jugar con la comida es parte del aprendizaje. Es muy probable que se ponga perdido con la comida, pero disfrutará haciéndolo y aprenderá habilidades motrices.
Hasta ahora la comida ha sido un momento placentero. ¡No lo estropeemos! Comer es un acto social, no debería comer solo, sino con el resto de la familia.
Tal y como se hace durante la lactancia dejar que el bebé tenga el control de cuánto come. Los padres ofrecen los alimentos adecuados, pero la cantidad que toma la decide el niño. Nunca hay que forzarles a que coman o terminen lo que hay en el plato, tampoco si le damos purés. Bien es cierto que con los purés se corre el riesgo de “cebar” al niño. ¿Os imagináis merendar una naranja, un plátano, una pera, una manzana, un yogur y galletas? Todo esto es lo que meriendan algunos bebés de apenas un año con un estómago mucho más pequeño que el de un adulto. Muchas veces preparamos purés que ni uno mismo sería capaz de comerse.


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¿Qué ventajas tiene?
  • Creamos hábitos de alimentación más saludables respetando las señales de su cuerpo como son el hambre y la saciedad. Nunca se fuerza a los niños a comer (esto también evita muchos conflictos familiares). Además desde temprana edad les damos a probar por separado distintos sabores y texturas lo que parece estar relacionado con una alimentación más saludable y variada en su futuro.
  • Comodidad. El bebé come los alimentos que ya hay en la mesa. No hace falta comprar alimentos diferentes, ni cocinarlos de modo especial, ni hacer purés. Come lo mismo que la familia.
  • Promueve y estimula el desarrollo psicomotor del niño favoreciendo la prensión manual al agarrar los trozos de comida y la realización de la pinza. Del mismo modo mejora la coordinación oculo-manual y la masticación.
  • Mejora la transición a alimentación sólida. Se evita el paso intermedio de papillas y purés (aunque no es incompatible) y  se va familiarizando a las comidas de su casa y de su cultura.

¿Tiene inconvenientes?
El más evidente es que es una forma de comer muy sucia. Se pone todo perdido. Así que si no te gusta la suciedad y que tu hijo se manche y lo manche todo, no es tu método.

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Precauciones
Los niños han de estar acompañados mientras comen. La mayor precaución que debemos tener es el atragantamiento.
Entre los 5-7 meses, cogen los objetos con la mano entera, por eso debemos partir trozos grandes y alargados para que él mismo sea capaz de agarrarlos con sus manitas. A partir de los 9 meses comenzará a hacer la pinza con su pulgar y dedo índice, pudiendo coger trozos más pequeños.
Se deben evitar los alimentos duros y pequeños como los frutos secos o desecados, salchichas, las aceitunas con hueso, cerezas, la zanahoria o la manzana crudas, uvas y cualquier alimento que no se deshaga o no sean capaces de aplastar con la lengua y el paladar.
Os dejo este video para que veáis de lo que os hablo.
Si el bebé presenta cualquier reacción alérgica o cacas con sangre llevar al médico y vigilar qué alimentos nuevos ha comido. Ante una negación en rotundo a un alimento, estar alertas, el niño podría ser alérgico, no se sabe porqué pero los niños alérgicos suelen rechazar el alimento.

Para saber más:

Fuentes:
http://luciamipediatra.com/blw-baby-led-weaning/






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