viernes, 8 de abril de 2016

¡Si tú me dices PIS lo dejo todo!

Espero que el post anterior os haya ayudado a entender un poco más de qué va esto del control de esfínteres. 

Ahora llega la parte más interesante. Si se trata de que el cuerpo del niño está preparado y controla solo cuando llega su momento...


¿Cómo saber que es el momento? ¿Funcionan las "recetas"?

Os decía que no existen recetas mágicas. Si tenéis varios hijos habréis comprobado (en esto y otras muchas cosas) que lo que vale para uno no sirve para el otro, porque son diferentes. 
Quizás en la guarde os hayan propuesto un plan de acción y os haya funcionado. Quizás no. Quizás era el momento y todo fue facilísimo y rapidísimo. Quizás no. 

Veamos si es el momento de empezar a quitar pañales (os aseguro que el nuestro todavía no lo es).


CÓMO SABER QUE EL NIÑO EMPIEZA A ESTAR PREPARADO
  • El niño tiene el pañal seco en algunos cambios.
  • Empieza a pedir ir al baño y muestra interés y curiosidad cuando otras personas están en el baño.
  • Te avisa que se ha hecho pis o caca o justo cuando lo va a hacer.
  • No quiere ponerse el pañal. Dice que le molesta y se lo intenta quitar.

QUÉ PUEDO HACER
Lo mejor que podemos hacer es observar al niño y acompañarle, tener paciencia y respetarle.
facilitarle herramientas para que sea un proceso natural y sin agobios. Hay que tomárselo con tranquilidad y dedicarle tiempo. 




IDEAS
Los principales métodos para que un niño deje el pañal, sólo funcionan si el niño está motivado para ello (y como ya hemos dicho...¡PRE-PA-RA-DO!).

      - Cuentos. Unos días antes de quitar el pañal, podemos preparar con el niño este momento. Los cuentos están muy bien para enséñarle con dibujos o fotos qué vamos a hacer y qué esperamos de él y, así, normalizar el proceso. Podemos dejar alguno en el baño y aprovechar a leerlo en ese momento.



-          - Facilítale su autonomía. Les ayuda a sentirse motivados y capaces.
o   Ropa fácil de quitar y poner para que el niño sienta que puede hacerlo solito: pantalones con goma, faldas para las niñas, evitar bodys, botones, cremalleras, etc. Las braguitas de aprendizaje son más fáciles de poner y quitar que el pañal y a los padres nos facilitan la limpieza; pero, personalmente, prefiero directamente los calzoncillos o braguitas, les hace sentirse como papá, mamá o como los hermanos mayores y el ahorro es considerable aunque haya que lavar más. 


Si es verano ésta también es una buena idea.
Se hacía antiguamente y en la actualidad en algunos países asiáticos.

o   Proporciónale un ambiente preparado y adaptado. Hay niños que prefieren el orinal y otros el wc como los mayores. Si prefiere el orinal, ponlo a su alcance y no te importe que lo lleve al salón o a otra parte de la casa, siempre y cuando tú lo controles. Y si prefiere usar el retrete, pon un adaptador del wc y un escalón para que él solo se pueda sentar. Deja cerca unas toallitas y/o una zona de lavado con una toalla para que se pueda limpiar solito las manos. Da igual dónde y cómo hacer pis (de pie o sentado en el caso de los chicos), depende de las costumbres y dinámica de la familia.

-         - Establece algunas rutinas y recuérdaselo en momentos concretos del día (al levantarse, al acostarse, después de las comidas). No se trata de obligarle ni de ser pesados, porque los niños deben aprender a controlarse solitos y no a que los mayores adivinemos a qué hora hacen normalmente pis o caca y los sentemos en un orinal. El niño tiene que notar y ver qué sucede cuando siente que quiere hacer pis o caca. Es un espectáculo ver su cara de sorpresa al ver salir el chorrito o ver las bolitas de caca. No hay mejor motivación que ésta. Al principio, dirá «pipí» mientras se lo hace. Luego, dirá «pipí» un poquito antes de hacérselo sin que le dé tiempo a llegar al baño. Y, finalmente, acabará diciendo «pipí» con tiempo suficiente para llegar sin escapes.


© CAMINARÉ

Imaginaos si a nosotros en el trabajo nos obligaran a ir al baño a las 10:30 y hasta las 14:30 no pudiéramos volver a ir porque está prohibido. Es igual de ridículo en los niños. Igual que cuando les insistimos “haz pis antes de salir de casa que luego no vas a poder”. A veces hacen pis y es objetivo que va a salir algo, pero otras veces, por mucho que insistamos no sale nada. Y sino probad con vosotros mismos a ver si sale algo cuando no tenéis ganas.

               - Calendario de soles. Esta idea sirve para motivar al niño y que sea consciente de sus logros, sobre todo cuando estamos quitando el pañal por la noche. La idea consiste en hacer un calendario en los que vamos dibujando soles los días en los que el pañal amanece seco y nubes con lluvia los días en los que amanece mojado. Así, sin necesidad de quitar el pañal en invierno (que cuesta tanto que se se seque la ropa si no tienes secadora) vamos viendo los logros y podemos decirle que cuando tengamos, por ejemplo, 7-15-30 soles seguidos quitamos el pañal. Lo bonito es implicarle, si ya es un poquito más mayor, y que sea el niño quien haga los dibujos.




-          Ármate de amor y paciencia y ¡ten la fregona siempre a mano! Como vas a tener que limpiar (y mucho), evita alfombras y moquetas, y, si le quitas el pañal por la noche, es buena idea poner un cubre colchón plástico (que se lava fácilmente) para proteger el colchón. Y por su puesto, mucho amor, mucha comprensión y ¡tomárselo con humor!


Ahora os toca a vosotros valorar si es el momento de quitar pañales y ver qué os funciona.

    Yo os dejo mi experiencia con mi tercer hijo en este post.

Contadnos vuestra experiencia en los comentarios: cómo habéis hecho, qué os ha sido útil, cómo lo habéis vivido.





2 comentarios:

  1. Hola María,

    Me encanta la idea de los soles. Con nuestro hijo el mayor hicimos una hoja con recuadros de modo que cuando hacía pis o caca él solito en el orinal, él mismo colocaba un gomet en un recuadro. Cuando los hubo colocado todos (eso al final de siete días), ya no necesitó el pañal más que para la noche y, tal y como le habíamos prometido le hicimos un regalo. Por supuesto si en algún momento se hacía pìs encima no le regañamos ni mucho menos, le tranquilizábamos diciendo que no pasaba nada, que era normal, que era un mayor y lo iba a conseguir. El método nos lo recomendaron en la Escuela y funcionó a la perfección, aunque soy de la opinión que a cada niño le funciona una cosa, pues no todos son iguales y cada niño necesita su tiempo y su manera de hacer las cosas.

    Un saludo,

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    1. Gracias por tu aportación, también es buena idea la de los gomets. Y, como tú dices, cada niño es diferente y con cada uno vamos mejorando. Nos ayudan a crecer a nosotros también.

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