sábado, 30 de abril de 2016

Felicidades MAMÁ

La maternidad es el misterio de la creación.
Las mujeres tenemos el don de poder engendrar en nuestro cuerpo una nueva vida, única e irrepetible, un regalo que se nos da para cuidarle el resto de nuestra vida.
Les amamos antes de nacer, sin saber cómo serán. Es el amor más gratuito y desproporcionado que existe. Un amor sin límites. Un amor sin pretensión que tiene que dejar que el hijo llegue a ser aquello para lo que está hecho, para que alcance su plenitud y su felicidad.
¡Qué gran tarea tenemos!

Gracias mamá por darme la vida. Por el gran regalo que fui y sigo siendo para ti. Porque las mejores cosas llegan de forma inesperada.
Gracias por ser como eres y por todo lo que me enseñas. Por estar a mi lado incondicionalmente.
Ahora que soy madre, soy más consciente del regalo que me haces cada día.
Gracias por enseñarme con tu vida lo que es el amor, la ternura, la entrega, el perdón, la fe.

© CAMINARÉ

Quiero aprender de ti:
  • La pasión por la vida
  • Ver siempre el lado positivo de las cosas
  • La entrega sin límites
  • La generosidad desmedida, todo es poco para ti
  • La capacidad de sacrificio
  • La paciencia
  • La humildad


Quiero enseñar a mis hijos que la vida es algo bello y que merece la pena vivirla.
Quiero que se apasionen con cada cosa que hagan y que no pierdan nunca la capacidad de sorprenderse.
Quiero que se sientan únicos por lo que son, no por los logros que consigan.
Quiero que aprendan a ser generosos, porque la única forma de ser uno mismo es entregarse a los demás.
Quiero que crean en sí mismos y lleguen a ser realmente felices.
¡Quiero ser la mejor madre que puedan tener!


Si tienes una madre maravillosa, ¡compártelo!


martes, 19 de abril de 2016

¡REGÁLASELO, REGÁLATELO!


Si estás buscando un regalo diferente, práctico, inolvidable y personal

¡lo has encontrado!


LACTANCIA
La lactancia materna debería ser una experiencia placentera para la madre y su bebé, pero, a veces, toda la información que tenemos no es suficiente y necesitamos a alguien cerca que nos ayude.



DOULA

PORTEO



 REGALOS PREMIUM




*Saquitos de Semillas para lactancia

Producto 100% natural.
Realizados artesanalmente por mí.
Para calmar los pechos doloridos o ingurgitados.
Para usar en frío y/o en caliente.
Se pueden pedir por encargo.
Precio: 8€/unidad; 12€/dos unidades 
(gastos de envío no incluidos)





Para más información, contacta conmigo por e-mail:

caminare.portalacta@gmail.com


viernes, 15 de abril de 2016

Egipto

Una vez más quiero mostraros la belleza del arte y cómo la lactancia está presente en todas las épocas y culturas. 

Egipto, tierra fecunda, bañada por el gran río Nilo. Fecundidad que, algunos artistas, han simbolizado a través de la lactancia. 

Egipto mi madre patria.
Escultor Gamal El-Sagini. 1957.
Bronce. Galeria de arte Zamalek. El Cairo, Egipto.

En sus representaciones pictóricas, esculturas y jeroglíficos podemos comprobar cómo la lactancia era algo normal hasta bien avanzada edad.





Isis amamantando a Horus. Papiro. Fuente desconocida.




Pero es la diosa Isis la más representada amamantando. Fue denominada "Gran maga", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento".










Representación de la fuente de Isis.
Moneda. Artista Dupré.


Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, por ello era representada con forma de mujer con el jeroglífico del "trono" sobre su cabeza. Podemos verla igualmente con alas de milano, abriendo sus brazos para bendecir a sus devotos e hijos (simbolizando su maternidad) o amamantando al faraón Horus.

El relato mitológico de Isis es el siguiente:
"Osiris, hermano y esposo de Isis, reinaba en el antiguo Egipto con paz, armonía y sabiduría. El Nilo fertilizaba la tierra y las cosechas eran abundantes. Sus súbditos eran felices. Un día, Osiris salió de viaje para conocer otras civilizaciones y dejó el reino bajo el mando de su esposa Isis. Seth, su envidioso hermano, se sintió humillado pues creía que él debería gobernar y no Isis.
Cuando el dios Osiris volvió, Seth quiso hacer una gran fiesta de bienvenida y lanzó un desafío a los invitados: aquél que entrase en el cofre que Seth había traído, éste se lo regalaba como prueba de fidelidad y respeto. Muchos intentaron pero el cofre resultaba pequeño o grande. Osiris, curioso, quiso probar y le encajó perfectamente bien. Seth sabía el tamaño de su hermano y era por esto que el cofre le había servido como un guante. Inmediatamente el hermano, junto con 72 cómplices, cerraron la caja de metal herméticamente y la arrojaron al Nilo.

Isis amamantando a Horus. Desconocido.
27-31 dinastia (525-343 AC) Bronce.
Museo Egipcio de El Cairo. Egipto.
Isis, con amor y confianza, empezó su travesía para recuperar el cuerpo de su esposo. Después de largas y penosas caminatas por Egipto, la diosa encontró el cofre con los restos de Osiris. Pero el drama continuó cuando Seth, en su maldad sin fin, robó el cadáver y lo cortó en catorce pedazos que, nuevamente, esparció por todo el reino. Isis no se rindió y, en compañía de su hermana gemela Neftis y esposa de Seth, recorrió cada lugar del reino. Finalmente consiguieron encontrar todos los pedazos con excepción del pene. Sin embargo, Isis reconstruyó a Osiris ayudada por Anubis y Neftis, e impregnada de él concibió a Horus niño.

Isis lactans.
Museo Pío-Clementino. Museos Vaticanos.





Las imágenes coptas (cristianas) heredaron esta concepción de la diosa (Isis), dando origen a representaciones posteriores de Maria Lactans (María que da de lactar, lactante).

























Fuentes
Facebook: Photos et documents d´allaiment à travers les âges.
https://es.wikipedia.org/wiki/Isis


martes, 12 de abril de 2016

¿Puedo llevar a mi bebé mirando hacia delante?

Cada vez está más de moda el porteo y cada año aparecen nuevas marcas y fabricantes de portabebés. Todos aseguran que sus diseños son ergonómicos, modernos y confortables.
Es muy habitual ver padres porteando a sus bebés mirando hacia fuera, porque piensan que ésta es una posición estupenda para sus hijos que quieren verlo todo. Muchas marcas de mochilas se publicitan con este tipo de imágenes en las que aparecen padres sonrientes con sus hijos colgados de la mochila y mirando hacia el mundo aludiendo que ofrecen un plus, una ventaja. 



Pilar Rubio cuelga a un "bebé" de una puerta.
Foto tomada de El Hormiguero de Antena 3
Pero los portabebés que permiten llevar al bebé cara al mundo no tienen mucho de ergonómicos (aunque algunas marcas insistan en ello), es una posición forzada y antinatural con la que parece que llevamos al bebé colgado de un perchero. 



Si llevar a un bebé colgando de sus genitales en una mochila de este tipo (“colgona”) no es recomendable, transportarlos en esa posición cara al mundo es aún más perjudicial.



¿Por qué evitar llevar a mi bebé mirando hacia el mundo?

Estas son las razones más importantes para no llevar a vuestros hijos mirando hacia fuera en una mochila portabebés:

1. Esta postura fuerza la espalda del bebé y sus genitales.
Como ya os he comentado en otros post, los bebés, de manera natural, tienen su espalda curvada, en forma de “C” (cifosis). Con el paso de los meses, van adquiriendo mayor tonicidad muscular y podrán sujetar la cabeza y ser capaces de sostenerse sentados, gatear y caminar.
Una mochila no ergonómica o “colgona”, no se adapta ni ofrece soporte a la columna del bebé y es imposible colocarle en “posición ranita”. Si le colocamos mirando hacia fuera, su espada es forzada aún más, curvándose indebidamente hacia atrás al intentar mantenerse unido al cuerpo del porteador para no tener la sensación de caerse hacia delante. Todo su peso recae sobre sus genitales, lo que puede causar pinzamientos o entumecimientos de la zona.

¿Os imagináis cuánto tiempo aguantaríais vosotros en esta posición?


2. No da soporte a la cabeza del bebé.
Un bebé que viaja mirando hacia fuera carece de cualquier tipo de soporte que le sostenga la cabeza en caso de necesitarlo. Es cierto que la mayoría de las marcas que venden portabebés que permiten esta posición advierten de que no se deben usar antes de que el bebé tenga control cefálico, pero olvidan que la cabeza del bebé necesita apoyo para descansar y dormir. Un bebé que viaja mirando hacia fuera no puede dormirse sin que le cuelgue la cabeza porque no podrá apoyarla en el pecho de su mamá o papá. 

Pilar Rubio porteando a su hijo. Foto tomada de El Hormiguero de Antena 3

3. Es incómoda para quien lleva la mochila.
Si el niño va mirando hacia fuera, colgando e inclinado hacia delante, modifica el centro de gravedad del porteador. Para tratar de compensar este peso, el porteador tendrá que arquearse hacia atrás, adquiriendo una posición incómoda que sobrecarga la espalda.



4. Los bebés se sobre estimulan.
La referencia visual con los padres es un punto fundamental de la crianza que ayuda a la formación del vínculo y del aprendizaje. Un bebé que es transportado junto a su figura de apego, al alcance de su vista, puede ir descubriendo el mundo desde su altura, al mismo tiempo que permanece en constante contacto. Ante estímulos que le inquieten, mirará a su padre o su madre para ver cuál es su respuesta e irá procesando esa información desde la seguridad que ellos le trasmiten. Un bebé que viaja mirando hacia fuera y no puede ver a sus padres, se siente solo y no tiene capacidad para expresarlo; y podría desarrollar estrés y/o un comportamiento hiperactivo.


Pero, mi bebé es muy curioso, ¡quiere verlo todo!
¿Cómo evitar llevar a su bebé cara al mundo y que pueda satisfacer su curiosidad pero respetando su desarrollo?


Es un mito que un bebé no vea nada en una mochila ergonómica. Un niño que quiere ver lo que pasa a su alrededor puede hacerlo perfectamente por los lados cuando va pegado al pecho de sus padres, pues puede girar la cabeza y sacar los brazos. Pero también existen otras posiciones en las que se les puede llevar cuando entran en esta etapa: colocado sobre la cadera del porteador o en la espalda.

© CAMINARÉ
Porteo a la cadera con bandolera. Porteo a la espalda con mochila evolutiva.

Si en alguna ocasión lo habéis hecho mal, ¡no os preocupéis!. Todos nos equivocamos a veces. Lo importante es buscar información adecuada y rectificar, que es de sabios.
Hasta a los famosos les confunden las modas. 


Elsa Pataky y su marido con sus hijos.
A la izquierda porteando con "colgona" cara al mundo. A la derecha porteando con mochila ergonómica.


Y tú, ¿te animas a probar otras posturas?







viernes, 8 de abril de 2016

¡Si tú me dices PIS lo dejo todo!

Espero que el post anterior os haya ayudado a entender un poco más de qué va esto del control de esfínteres. 

Ahora llega la parte más interesante. Si se trata de que el cuerpo del niño está preparado y controla solo cuando llega su momento...


¿Cómo saber que es el momento? ¿Funcionan las "recetas"?

Os decía que no existen recetas mágicas. Si tenéis varios hijos habréis comprobado (en esto y otras muchas cosas) que lo que vale para uno no sirve para el otro, porque son diferentes. 
Quizás en la guarde os hayan propuesto un plan de acción y os haya funcionado. Quizás no. Quizás era el momento y todo fue facilísimo y rapidísimo. Quizás no. 

Veamos si es el momento de empezar a quitar pañales (os aseguro que el nuestro todavía no lo es).


CÓMO SABER QUE EL NIÑO EMPIEZA A ESTAR PREPARADO
  • El niño tiene el pañal seco en algunos cambios.
  • Empieza a pedir ir al baño y muestra interés y curiosidad cuando otras personas están en el baño.
  • Te avisa que se ha hecho pis o caca o justo cuando lo va a hacer.
  • No quiere ponerse el pañal. Dice que le molesta y se lo intenta quitar.

QUÉ PUEDO HACER
Lo mejor que podemos hacer es observar al niño y acompañarle, tener paciencia y respetarle.
facilitarle herramientas para que sea un proceso natural y sin agobios. Hay que tomárselo con tranquilidad y dedicarle tiempo. 




IDEAS
Los principales métodos para que un niño deje el pañal, sólo funcionan si el niño está motivado para ello (y como ya hemos dicho...¡PRE-PA-RA-DO!).

      - Cuentos. Unos días antes de quitar el pañal, podemos preparar con el niño este momento. Los cuentos están muy bien para enséñarle con dibujos o fotos qué vamos a hacer y qué esperamos de él y, así, normalizar el proceso. Podemos dejar alguno en el baño y aprovechar a leerlo en ese momento.



-          - Facilítale su autonomía. Les ayuda a sentirse motivados y capaces.
o   Ropa fácil de quitar y poner para que el niño sienta que puede hacerlo solito: pantalones con goma, faldas para las niñas, evitar bodys, botones, cremalleras, etc. Las braguitas de aprendizaje son más fáciles de poner y quitar que el pañal y a los padres nos facilitan la limpieza; pero, personalmente, prefiero directamente los calzoncillos o braguitas, les hace sentirse como papá, mamá o como los hermanos mayores y el ahorro es considerable aunque haya que lavar más. 


Si es verano ésta también es una buena idea.
Se hacía antiguamente y en la actualidad en algunos países asiáticos.

o   Proporciónale un ambiente preparado y adaptado. Hay niños que prefieren el orinal y otros el wc como los mayores. Si prefiere el orinal, ponlo a su alcance y no te importe que lo lleve al salón o a otra parte de la casa, siempre y cuando tú lo controles. Y si prefiere usar el retrete, pon un adaptador del wc y un escalón para que él solo se pueda sentar. Deja cerca unas toallitas y/o una zona de lavado con una toalla para que se pueda limpiar solito las manos. Da igual dónde y cómo hacer pis (de pie o sentado en el caso de los chicos), depende de las costumbres y dinámica de la familia.

-         - Establece algunas rutinas y recuérdaselo en momentos concretos del día (al levantarse, al acostarse, después de las comidas). No se trata de obligarle ni de ser pesados, porque los niños deben aprender a controlarse solitos y no a que los mayores adivinemos a qué hora hacen normalmente pis o caca y los sentemos en un orinal. El niño tiene que notar y ver qué sucede cuando siente que quiere hacer pis o caca. Es un espectáculo ver su cara de sorpresa al ver salir el chorrito o ver las bolitas de caca. No hay mejor motivación que ésta. Al principio, dirá «pipí» mientras se lo hace. Luego, dirá «pipí» un poquito antes de hacérselo sin que le dé tiempo a llegar al baño. Y, finalmente, acabará diciendo «pipí» con tiempo suficiente para llegar sin escapes.


© CAMINARÉ

Imaginaos si a nosotros en el trabajo nos obligaran a ir al baño a las 10:30 y hasta las 14:30 no pudiéramos volver a ir porque está prohibido. Es igual de ridículo en los niños. Igual que cuando les insistimos “haz pis antes de salir de casa que luego no vas a poder”. A veces hacen pis y es objetivo que va a salir algo, pero otras veces, por mucho que insistamos no sale nada. Y sino probad con vosotros mismos a ver si sale algo cuando no tenéis ganas.

               - Calendario de soles. Esta idea sirve para motivar al niño y que sea consciente de sus logros, sobre todo cuando estamos quitando el pañal por la noche. La idea consiste en hacer un calendario en los que vamos dibujando soles los días en los que el pañal amanece seco y nubes con lluvia los días en los que amanece mojado. Así, sin necesidad de quitar el pañal en invierno (que cuesta tanto que se se seque la ropa si no tienes secadora) vamos viendo los logros y podemos decirle que cuando tengamos, por ejemplo, 7-15-30 soles seguidos quitamos el pañal. Lo bonito es implicarle, si ya es un poquito más mayor, y que sea el niño quien haga los dibujos.




-          Ármate de amor y paciencia y ¡ten la fregona siempre a mano! Como vas a tener que limpiar (y mucho), evita alfombras y moquetas, y, si le quitas el pañal por la noche, es buena idea poner un cubre colchón plástico (que se lava fácilmente) para proteger el colchón. Y por su puesto, mucho amor, mucha comprensión y ¡tomárselo con humor!


Ahora os toca a vosotros valorar si es el momento de quitar pañales y ver qué os funciona.

    Yo os dejo mi experiencia con mi tercer hijo en este post.

Contadnos vuestra experiencia en los comentarios: cómo habéis hecho, qué os ha sido útil, cómo lo habéis vivido.





miércoles, 6 de abril de 2016

Se acerca el momento de decir adiós



Se acerca ese gran momento, tan esperado y tan temido. Un paso importante en la vida de los niños, un paso que les hace sentirse mayores. Pero, a veces, traumático para padres e hijos.

Nuestro hijo pequeño ya tiene dos años y medio. En septiembre inicia el colegio y socialmente tiene que dejar de usar pañal. Los niños que van al cole son mayores y ya no usan pañal. 
Antes de que acabe este curso escolar, en la guardería, la profesora nos propondrá cuál es el momento de iniciar este proceso. Ella conoce a nuestro hijo y, como nosotros, habrá ido viendo si muestra interés y si le siente capaz para dejar de usar pañales. 

¿Pero qué sucederá si esto no sucede antes de septiembre?

A mí ya no me pilla por sorpresa, es el tercero, aunque ninguna de las dos veces anteriores ha sido igual. Porque cada niño es diferente (aunque sean del mismo padre y la misma madre) e influyen muchas cosas. La primera es el mes en el que ha nacido, pues no será lo mismo intentar quitar el pañal a un niño que ha hecho 3 años en enero y en septiembre empieza el cole con 3 años y medio, que mi hijo que cumple 3 años casi el mismo día que empieza el colegio. Y mucho menos el que cumple en diciembre, es casi un año de diferencia, y cuando son bebés esto se nota mucho. Y con 3 años, por muy mayores que les veamos, siguen siendo bebés, bebés grandes.

Con los siguientes post (un poco escatológicos, no aptos para remilgados) quiero contaros todo lo que he aprendido sobre el control de esfínteres a lo largo de los años, para que sea un proceso natural y sin agobios.

Aquí va la primera parte.


A QUÉ EDAD SUELEN ESTAR PREPARADOS
No hay una edad concreta para dejar el pañal. Es un proceso individual que depende del desarrollo fisiológico del niño y de la madurez del desarrollo de su sistema nervioso central. No es algo que tenga que aprender, no le tenemos que enseñar, es algo que adquiere cuando está preparado. 

La pregunta no es ¿qué tengo que hacer? o ¿cómo le enseño?. No es posible enseñar a un niño a caminar o hablar antes de que esté preparado para hacerlo, y lo mismo ocurre con el pañal. Por eso se llama CONTROL DE ESFÍNTERES.
No hay que agobiarse, hagamos lo que hagamos, lo hagamos bien o mal, incluso si no hacemos nada: nuestro hijo aprenderá.
Cuando nuestro bebé nació, nadie nos obligó a ponerle pañales, los ponemos para facilitarnos la vida, por ello podemos quitar el pañal cuando queramos (a los 5 meses o al año o cuando sea). El problema es que aunque quitemos el pañal, si el niño no controla esfínteres, porque su cuerpo todavía no está preparado, se seguirá haciendo pis y caca sin pedirlo ni controlarlo.
Entre los 18-24 meses algunos niños empiezan a identificar que se han hecho pis o caca y lo dicen.
Entre los 24-36 meses algunos niños empiezan a estar maduros neurológicamente para quitar el pañal. Actualmente a partir de los 2 años es la edad normal de quitar el pañal.  En torno a los 2 años y medio/3 años casi todos controlan esfínteres por el día. La Academia Americana de Psiquiatría considera normal hacerse pis hasta los 5 años y caca hasta los 4.

En los años 70 el doctor Blancafort expresó a la perfección lo que la ciencia pensaba entonces (y sigue pensando): "Antes del año resultan inútiles e incluso a veces contraproducentes los intentos de «enseñar» al niño a controlar correctamente sus necesidades fisiológicas. [...] Al niño se le tiene que educar, pero no «domesticar», como si de un animalito se tratase. Precisamente esto es lo único que, como máximo, conseguirían las madres tenaces y obsesivas: domesticarlo, pero a costa de mantener al niño largas horas sentado en el orinalito, lo que acabaría constituyendo una auténtica tortura en el pequeño y determinando en no pocas ocasiones una actitud de negación y rechazo, cuando no de verdadero terror. [...] Es fácil que el niño se encuentre en condiciones de ejercer un control perfecto sobre estas necesidades hacia los dos años de edad."

© CAMINARÉ

Lo que NO debes hacer. FALSAS CREENCIAS.

NO hay una edad para quitar el pañal. Como ya hemos dicho, el control de esfínteres va a depender del desarrollo del niño, de su etapa evolutiva y madurativa a nivel fisiológico y neurológico, y esto lo consiguen poco a poco. Es algo que NO SE APRENDE, SE ADQUIERE.

Olvídate de las “recetas” tipo “cómo quitar el pañal en 3 días”. Hay que fijarse en el ritmo del niño, y esto a veces supondrá avances y retrocesos. Nuestra misión es acompañarles en el proceso.

- Fuera las comparaciones. Ningún niño es mejor ni más listo por conseguirlo antes. Es igual que con otro procesos evolutivos: la salida de los dientes, caminar, hablar, etc.

- El verano no es la mejor época. Está claro que es más cómodo, puedes dejarle con el culete al aire y  hay que lavar menos ropa. Y a la hora de poner lavadoras y que se seque la ropa, ¡qué os voy a contar!. Pero la mejor época es aquella en la que el niño esté preparado (¿cuántas veces he dicho PREPARADO?).

- Ni premiamos ni castigamos. Como es algo que ha de adquirir y que no controla por sí mismo, no hay que motivarle con regalos, ni castigarle, ni criticarle, ni ridiculizarle, ni reírnos de él. Ya es suficiente motivación (interna, que es la importante) cuando el niño se da cuenta que es capaz. Pues si le prometemos un regalo se frustrará aún más al no poder conseguirlo. El mejor regalo son tus elogios cuando lo va consiguiendo poco a poco.

- No le obligamos a ir al baño a horas concretas y cada cierto tiempo, ni a estar sentado hasta que haga pis o caca.

- Se lo quitamos de día y de noche a la vez. Algunos niños lo consiguen de día y de noche simultáneamente, pero normalmente el control nocturno suele llegar más tarde (hacia los 5-6 años), pues el sueño de los niños es tan profundo que el niño no es capaz de percibir las señales de su cerebro. Cuando varias noches aparezca el pañal seco y haya afianzado el control de esfínteres por el día, puedes probar a quitárselo por la noche. Pero lo más importante es observar al niño y no presionarle.

- No hay vuelta atrás, si se lo has quitado NUNCA se lo vuelvas a poner. No seamos radicales y veamos cómo es el niño y qué le sucede.
Hay niños a los que les quitamos el pañal por el día y se esconden para hacer caca, otros hacen retenciones de orina, otros se asustan y sólo quieren hacerlo en el pañal... Éstos son indicadores de que el niño no está preparado y que debemos retrasar el momento. ¿Qué hacer? Volvemos a poner el pañal y en unos meses volvemos a probar.
En ocasiones, hay niños que vuelven a hacerse pis por la noche y hay que volver a ponerles el pañal (como a mi segundo hijo). Puede deberse a muchos factores (inicio o cambio de colegio, nacimiento de un hermano, enfermedad, mudanza, etc) porque en el control de esfínteres influyen factores emocionales como la tristeza, miedos, tensiones... No hay que hacerles sentir mal, lo mejor es que os mostréis comprensivos y pacientes. Suelen ser recaídas puntuales que el pequeño supera cuando asimila las experiencias emotivas. 


En este post podéis encontrar cuáles son las señales para saber que está preparado e ideas para tener éxito dejando el pañal.

Cuéntame tu experiencia. Cómo has hecho tú, qué expectativas tienes, cómo lo habéis vivido.