jueves, 31 de marzo de 2016

Los beneficios del porteo

Llevar al bebé cerca es una experiencia maravillosa que crea un vínculo especial entre padres e hijos o entre el cuidador principal y el bebé (abuelos, tíos, etc).
El contacto físico es imprescindible para los bebés, es el alimento que garantiza la supervivencia. Por ello, llevar a nuestros hijos en un portabebés (ergonómico y colocado en la posición correcta) tiene muchos beneficios para los bebés y para nosotros.

Beneficios para los bebés
  • A nivel biológico:
- Beneficia los ritmos cardíaco y respiratorio del bebé y ayuda a regular su temperatura corporal durante el primer mes. Por ello, está especialmente recomendado para bebés prematuros, ya que la inmadurez de todos los sistemas del cuerpo del bebé hacen que su sistema termorregulador no esté del todo preparado para funcionar en solitario, cosa que se solventa practicando el piel con piel que nos permite el porteo. Además estar tan cerca del porteador transmite mucha tranquilidad a los bebés, que se sienten seguros y protegidos.

Camiseta de porteo y lactancia Amarsupiel

Beneficia y favorece la lactancia materna. Los bebés porteados adquieren mayor instinto de succión por la mayor estimulación de sus sentidos (contacto y olor de la madre). Llevar al bebé cerca provoca que la madre segregue una serie de hormonas, como la oxitocina y la prolactina, lo que favorece la subida de la leche y un buen establecimiento de la lactancia materna. Permite el amamantamiento a demanda de una manera discreta y disponible en cualquier momento y lugar.

Los bebés que son porteados son más tranquilos y lloran menos. La causa es que al estar en contacto, los adultos reconocen y responden antes a las señales del llanto por hambre, sueño, cansancio...

Duermen mejor. Se ha demostrado que los bebés con los que se ha usado el método canguro aumentan más rápido el peso y duermen mejor. El movimiento de nuestro caminar produce un suave masaje natural que le relaja y le ayuda a conciliar el sueño con más facilidad.


Los cólicos del lactante disminuyen. Llevar al bebé en posición vertical (vientre contra vientre) estimula su sistema digestivo aún inmaduro y facilita la expulsión de gases. 

  • A nivel psicomotriz:
- Tienen mejor desarrollo psicomotor. El constante balanceo genera en los niños mejor equilibrio y mejor control postural, debido a que su cuerpo se va adaptando a nuestro movimiento. Los bebés que son llevados mucho en brazos son más flexibles puesto que no pierden la elasticidad de sus miembros.
Beneficios para el desarrollo de la cadera y columna del bebé. La posición ranita es ideal para la cadera, puesto que previene la luxación congénita de cadera o displasia. La columna se desarrolla acorde a su curvatura natural y los músculos de su espalda se fortalecen.
- También evita la plagiocefalia postural, una deformidad en la cabeza de los niños que, en la mayoría de los casos, se debe a malas posturas en los primeros meses de vida. Usando portabebés la cabeza se redondea por sí sola.

  • A nivel social e intelectual:

Facilita la socialización y el aprendizaje del lenguaje. El bebé porteado desarrolla de una manera más saludable sus 5 sentidos, puede ver mejor las caras de sus padres, oír sus voces y el latido de su corazón, oler su cuerpo, sentir su tacto y percibir mejor los estímulos externos (clima, luces, ruidos…). El bebé se integra en la vida cotidiana, participando en lo que el adulto hace, en los paseos y conversaciones. Esto produce también un mayor desarrollo intelectual. Los bebés dedican más tiempo en alerta tranquila cuando van en brazos. Este es el estado ideal para aprender. Sus sentidos son estimulados cuando van en brazos pero tienen un lugar donde refugiarse cuando sienten peligro, miedo o sobre estimulación. Cuando el bebé va en brazos, ve el mundo desde el mismo sitio que el porteador. Cuando la madre habla con alguien, el bebé forma parte de la conversación y se socializa con la comunidad a la que pertenece.
Beneficios para los porteadores
Fortalece los vínculos. El contacto continuo favorece una relación muy especial entre el bebé y el porteador.


Previene y mejora la depresión posparto. La conexión emocional es tan fuerte con un bebé que se portea, que el contacto directo aumenta el nivel de endorfinas y estimula que la oxitocina permanezca elevada y se mantenga en el organismo durante más tiempo, más allá del momento inmediato después del parto. Esta hormona conocida como la hormona del amor, provoca sentimientos de felicidad, de capacidad para la crianza y plenitud.
Aporta seguridad emocional, tranquilidad y mejora la autoestima. Los porteadores que llevan a sus bebés pegados a sus cuerpos se sienten más seguros y confiados porque serán capaces de reconocer más rápidamente las señales del bebé e identificarlas (sueño, hambre, cansancio...).
Tonifica los músculos de la espalda del porteador, así como la higiene postural. El peso total del niño está sostenido por el portabebés y se reparte por toda nuestra espalda de forma uniforme. De esta manera nuestro cuerpo se va adaptando progresivamente al peso del bebé, lo que contribuye a fortalecer nuestra musculatura y a tener un mejor control postural. Con ello, prevenimos los posibles dolores de espalda provocados por coger a los niños en brazos, ya que usamos solo un brazo y forzamos posturas incorrectas para nuestra espalda.
Mayor libertad de movimientos. También permite tener al porteador las manos libres para hacer otras actividades: atender al teléfono, tomar notas, llevar las bolsas de la compra, jugar con nuestros hijos mayores o dar la mano a tu pareja. Limita menos nuestro acceso a determinados lugares donde no cabríamos con la silla de paseo (transporte público, escaleras, aglomeraciones…).


Además…
Los portabebés son más económicos que los carritos,
ocupan poco espacio cuando no los utilizamos
y les podemos dar otros usos como, por ejemplo, una hamaca o una manta cuando vamos al campo para que los niños se echen la siesta.


¿Qué más se puede pedir?

¡Son todo ventajas!


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